La Reserva Natural Garganta de los Infiernos es un paraíso natural situado en Extremadura, en la comarca del Valle del Jerte. Este enclave protegido abarca aproximadamente 6,800 hectáreas de paisaje montañoso, caracterizado por su impresionante biodiversidad y belleza escénica.

El principal atractivo de la reserva es su formación geológica, con espectaculares cascadas, saltos de agua y pozas naturales conocidas como «marmitas de gigante». Estas pozas, esculpidas por la erosión del agua sobre el granito durante milenios, ofrecen un lugar idóneo para el baño y el disfrute de la naturaleza en estado puro. La más famosa de ellas es «Los Pilones», donde el agua cristalina fluye a través de una serie de pozas conectadas por toboganes naturales, creando un paisaje de ensueño.

La reserva es también hogar de una rica variedad de flora y fauna. Entre los árboles predominan el roble, el castaño y el aliso, que crean un entorno de bosque mixto de gran diversidad ecológica. En cuanto a la fauna, es posible avistar especies como la cabra montés, el jabalí y el zorro, así como una diversidad de aves rapaces, incluyendo el águila real y el buitre leonado.

El acceso a la Garganta de los Infiernos se realiza a través de diversas rutas de senderismo que atraviesan el valle, permitiendo a los visitantes explorar sus rincones más recónditos. Estas rutas están bien señalizadas y varían en dificultad, adecuándose a diferentes niveles de experiencia y condición física.

Además de su valor natural, la reserva tiene un importante componente cultural y educativo. A lo largo del año se organizan actividades de educación ambiental y programas de sensibilización para visitantes, fomentando un turismo responsable y sostenible.

La Reserva Natural Garganta de los Infiernos es, sin duda, un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza y el senderismo, ofreciendo una combinación perfecta de belleza natural, biodiversidad y oportunidades de recreo en un entorno protegido.

La Ruta de los Papúos es una de las rutas de senderismo más populares y desafiantes en el Valle del Jerte. Este recorrido ofrece a los excursionistas la oportunidad de explorar uno de los entornos naturales más impresionantes de la región, caracterizado por sus paisajes escarpados, frondosos bosques y espectaculares vistas panorámicas.

La ruta comienza en la localidad de Jerte y se adentra rápidamente en el corazón de la naturaleza, siguiendo un ascenso continuo que desafía tanto a principiantes como a senderistas experimentados. El trayecto atraviesa el Bosque de Robles y Castaños, donde la densa vegetación y la sombra proporcionada por los árboles crean un ambiente fresco y agradable, ideal para la caminata. A medida que se asciende, la vegetación se vuelve más escasa y el paisaje se abre, ofreciendo vistas impresionantes del valle y sus alrededores.

Uno de los puntos culminantes de la Ruta de los Papúos es el Mirador del Chorrero de la Virgen, desde donde se pueden apreciar las imponentes cascadas que caen en el río Jerte. Estas cascadas, especialmente caudalosas en primavera tras el deshielo, son un espectáculo natural que no deja indiferente a ningún visitante.

La ruta continúa ascendiendo hasta alcanzar la cumbre de Los Papúos, situada a más de 1,800 metros sobre el nivel del mar. Desde este punto, las vistas panorámicas son simplemente espectaculares, abarcando una vasta extensión de montañas y valles, con la Sierra de Gredos al fondo. En días despejados, es posible divisar incluso más allá del valle, apreciando la grandiosidad del entorno natural.

El descenso sigue una ruta diferente, cerrando un circuito que lleva de regreso al punto de partida en Jerte. A lo largo del camino, los senderistas pueden disfrutar de la tranquilidad del entorno, el canto de los pájaros y la diversidad de flora y fauna que habita en la región.

La Ruta de los Papúos es, sin duda, una experiencia enriquecedora para los amantes del senderismo y la naturaleza, ofreciendo una combinación perfecta de desafío físico y recompensas visuales en un entorno natural privilegiado.

La Ruta de Carlos V es un emblemático recorrido histórico y de senderismo que une las localidades de Tornavacas y Jarandilla de la Vera, en la provincia de Cáceres. Esta ruta sigue los pasos del emperador Carlos V en su último viaje hacia el Monasterio de Yuste, donde se retiró en 1557.

Con una longitud de aproximadamente 25 kilómetros, la ruta atraviesa paisajes de excepcional belleza en el Valle del Jerte y la comarca de La Vera. El recorrido se caracteriza por sus espectaculares vistas panorámicas, frondosos bosques de robles y castaños, y cristalinos arroyos. La diversidad de flora y fauna añade un encanto especial al camino, haciendo del paseo una experiencia enriquecedora tanto a nivel histórico como natural.

La Ruta de Carlos V es de dificultad media, lo que la hace accesible para senderistas con una condición física adecuada. A lo largo del camino, se pueden encontrar señales y paneles informativos que narran la historia y los detalles del viaje del emperador. Este toque histórico proporciona una dimensión adicional al recorrido, conectando a los caminantes con el pasado.

El punto culminante del viaje es la llegada a Jarandilla de la Vera, donde se puede visitar el Parador de Jarandilla, un antiguo castillo que hospedó a Carlos V antes de su traslado al Monasterio de Yuste. Esta ruta ofrece una combinación perfecta de aventura, historia y naturaleza en uno de los entornos más pintorescos de Extremadura.

La Cascada del Caozo, situada en el hermoso Valle del Jerte, es uno de los destinos naturales más impresionantes de la región. Esta cascada, con una altura de aproximadamente 30 metros, se encuentra en el río Jerte y es especialmente espectacular durante la primavera, cuando el deshielo de las montañas incrementa su caudal.

El acceso a la Cascada del Caozo es relativamente sencillo y apto para todas las edades. La ruta comienza en el municipio de Valdastillas y transcurre por un sendero bien señalizado que atraviesa paisajes de gran belleza natural. Durante el recorrido, los visitantes pueden disfrutar de la exuberante vegetación típica del Valle del Jerte, incluyendo cerezos, robles y castaños.

Al llegar a la cascada, los visitantes son recibidos por el rugido del agua que cae con fuerza sobre las rocas, creando un ambiente fresco y relajante. La zona cuenta con miradores naturales que permiten apreciar la cascada en todo su esplendor y tomar fotografías impresionantes.

La Cascada del Caozo no solo es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y la fotografía, sino también un espacio perfecto para disfrutar de un día en familia o con amigos, rodeados de la serenidad y belleza del entorno natural del Valle del Jerte.

El Parque Nacional de Monfragüe, situado en la provincia de Cáceres, Extremadura, es uno de los tesoros naturales más importantes de España. Declarado parque nacional en 2007, abarca una superficie de casi 18,000 hectáreas, donde se preserva una rica biodiversidad y paisajes impresionantes.

Monfragüe es especialmente conocido por su excepcional avifauna, siendo un paraíso para los amantes de la ornitología. Aquí se pueden observar especies emblemáticas como el buitre negro, el águila imperial ibérica y la cigüeña negra. Los miradores del Salto del Gitano y la Peña Falcón son puntos privilegiados para el avistamiento de aves y ofrecen vistas panorámicas espectaculares del parque.

El parque está atravesado por el río Tajo, cuyas aguas serpentean entre sierras y dehesas, creando un ecosistema único. La flora del parque es igualmente diversa, con extensos bosques de alcornoques, encinas y madroños, así como matorrales de jara y brezo que florecen en primavera, llenando el paisaje de color y fragancia.

Monfragüe ofrece una red de senderos bien señalizados que permiten a los visitantes explorar sus rincones más bellos y recónditos. Además, el centro de visitantes de Villarreal de San Carlos proporciona información detallada sobre las rutas y la biodiversidad del parque, así como actividades educativas y de sensibilización ambiental.

El Parque Nacional de Monfragüe es un destino imprescindible para quienes buscan conectar con la naturaleza, disfrutar de paisajes pintorescos y descubrir la rica biodiversidad de Extremadura en un entorno protegido y bien conservado.

Las Piscinas Naturales del Valle del Jerte, ubicadas en la provincia de Cáceres, Extremadura, son auténticos oasis de frescura y belleza natural. Estas piscinas, formadas por el curso del río Jerte y sus afluentes, ofrecen un refugio ideal para los visitantes que buscan escapar del calor durante los meses de verano. Entre las más populares se encuentran Los Pilones, en la Reserva Natural Garganta de los Infiernos, donde el agua ha esculpido impresionantes pozas y toboganes naturales en la roca granítica.

Además de Los Pilones, otras piscinas notables en el Valle del Jerte incluyen la Piscina Natural del Nogalón, ubicada en el municipio de Jerte, y la Piscina Natural de El Torno, que destaca por su entorno tranquilo y sus aguas cristalinas. Cada una de estas piscinas ofrece un entorno único, rodeado de frondosos bosques de robles y castaños, lo que crea un ambiente perfecto para el baño, el senderismo y la observación de la naturaleza.

Más allá del Valle del Jerte, otras comarcas cercanas también ofrecen espléndidas piscinas naturales. En la comarca de La Vera, la Garganta de Alardos en Madrigal de la Vera es famosa por sus aguas frías y claras, así como por sus impresionantes formaciones rocosas. La Piscina Natural de Cuacos de Yuste, también en La Vera, es otro destino popular, rodeado de vegetación exuberante y con vistas al histórico Monasterio de Yuste.

En el Valle del Ambroz, al oeste del Jerte, se encuentra la Piscina Natural de La Chorrera, en el municipio de Hervás, que ofrece un entorno pintoresco con cascadas y pozas rodeadas de bosques. Igualmente, la Garganta de Los Infiernos en Baños de Montemayor proporciona un entorno relajante y refrescante.

Estas piscinas naturales no solo son perfectas para refrescarse, sino que también ofrecen un contacto directo con la naturaleza, permitiendo a los visitantes disfrutar de paisajes espectaculares, practicar deportes al aire libre y relajarse en un ambiente tranquilo y natural. La diversidad y belleza de estas piscinas hacen de Extremadura un destino ideal para los amantes del agua y la naturaleza.